lunes, 12 de marzo de 2012

Escrito a vuelapluma: los ritos son más importante de lo que parecen y, por eso, cuando se cumplen, se notan  las ausencias. Hoy me casé en Madrid, rodeada de amigos y una parte de la familia, pero faltaba otra parte. El día amaneció soleado, casi primaveral. Estábamos contentos y comimos mucho, como siempre en las bodas. Los fumadores salíamos a fumar, con la vista del cielo de Madrid, justamente famoso por su azul. "Azul velazqueano" dicen los entendidos. Los ritos también son extraños: en las celebraciones, como la de hoy, uno echa de menos a los que están lejos; en los duelos, como la muerte de los padres, es uno el que está radicalmente ausente, si está irreparablemente lejos. En cierta forma, no haber estado en esas despedidas, vuelve la muerte de los seres queridos un asunto más abstracto. Pero no quería hablar de la muerte. Hoy ha sido un día de celebración. Y quería compartirlo en este breve espacio.